Aviso legal, esta obra escrita por Alejandro Ocaña García se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.

Autor: Alejandro Ocaña, Head coach GRIP CrossFit.

INTRODUCCIÓN / JUSTIFICACIÓN:

En nuestro entorno, es cada vez más común encontrar personas con enfermedades o lesiones en diferentes estadios y de diferente naturaleza. En este contexto, Grip Crossfit no es una excepción. En el caso particular de Rocío, la rehabilitación deportiva jugó un papel crucial en su proceso de recuperación después de enfrentar dos extrusiones discales. Estas lesiones debilitantes en la columna vertebral tuvieron un impacto significativo en su vida.

Al llegar a Grip Crossfit, durante nuestra primera entrevista con ella, pude observar a una persona emocionalmente afectada y con una limitación funcional considerable. Rocío dependía de sus familiares incluso para realizar las actividades más básicas del día a día. Fue en ese momento cuando tomé la decisión de ayudar a Rocío y llevar este proceso mediante enfoque integral (considerando todos sus aspectos; fisiológicos, psicológicos, nutricionales y sociales).

A mi juicio, gran parte de este desequilibrio emocional se debe a la falta de información y a las creencias erróneas acerca de las lesiones discales. Pienso que las imágenes de columna vertebral suelen exacerbar el dolor. Increíble, ¿verdad? Pero es un hecho comprobado. ¿Quién no se sentiría triste o perdida, con miedo o deprimida al recibir un análisis desfavorable con imágenes de su columna vertebral? Es una imagen, en este caso, más clara que ninguna otra. La realidad es que la evidencia nos revela el potencial dañino de las imágenes incidentales de la columna vertebral, y cómo pueden intensificar el dolor e incluso causar dolor crónico. En este tipo de lesiones, la predisposición ante la recuperación es fundamental.

Creo que es esencial educar a este tipo de población acerca de las estadísticas más comunes relacionadas con problemas de columna e imágenes, para evitar caer en este ciclo de desinformación y miedo. Sin duda, existe un momento y un lugar adecuado para realizar imágenes diagnósticas, es importante destacar que más del 92% de los casos de dolor de espalda no requieren este tipo de estudios y, en muchas ocasiones, pueden empeorar la situación al generar una narrativa o interpretación incorrecta.

EL PROCESO:

Ante el caso de Rocío, decidí empezar por abordar su estado emocional, proporcionándole confianza y esperanza. Sin embargo, Rocío enfrentaba dos graves extrusiones discales, las cuales se producen cuando el ligamento vertebral común posterior se rompe y el fragmento del núcleo pulposo penetra en el canal espinal, comprimiendo aún más la raíz. Una de estas extrusiones, en el nivel L-5 con S1, estaba en un estado más avanzado. Una vez que Rocío comprendió que su recuperación no sería temprana, sino que requeriría tiempo, dedicación y perseverancia, me propuse trabajar con Rocío en su aspecto mental y en fortalecer su confianza, ya que estos aspectos serían fundamentales para su recuperación. Para lograrlo, establecimos una comunicación constante, proporcionándole apoyo emocional y una orientación adecuada (factor fundamental en la recuperación de este tipo de lesiones). De esta manera, pudimos mantener una mentalidad positiva y enfocada en su proceso de recuperación. Debemos comprender la importancia del descanso durante una lesión, ya que considero que este aspecto a menudo se pasa por alto. Debemos recordar que cuando sufrimos una lesión, nuestro cuerpo también está sufriendo. Nuestro sistema inmunológico trabaja arduamente y se activa una cascada de procesos inflamatorios.

Mi primera tarea fue mejorar su descanso, y para lograrlo, era necesario relajar las adherencias y la tensión muscular. El descanso y la tranquilidad son esenciales en este proceso, y la educación en la neurofisiología del dolor es fundamental. El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable que actúa como una señal de alarma ante posibles daños o lesiones. La neurofisiología del dolor investiga cómo los receptores de dolor en los tejidos periféricos detectan los estímulos nocivos, cómo estas señales se transmiten a través del sistema nervioso central y cómo se interpretan en el cerebro. Tras esto, establecimos una sólida relación terapéutica y trabajamos juntos para desarrollar un enfoque personalizado y multidisciplinario de rehabilitación. Debemos tener en cuenta que la intervención en cuanto a la percepción y respuesta al dolor puede contribuir a interrumpir el ciclo y mitigar el sufrimiento, en este caso de Rocío.

Mi segunda acción fue realizar una evaluación detallada de su condición a través de test específicos, con una visión holística, lo que me permitió diseñar un programa de rehabilitación adaptado a sus necesidades. Mi objetivo inicial fue corregir posturas y debilidades de equilibrio y fuerzas proporcionándole a Rocío diversas estrategias no farmacológicas para manejar su dolor y recuperar su funcionalidad.

Mi tercera acción, una vez controlado este aspecto, trabajé con ella la comprensión y tensión excesiva de la zona afectada de manera específica, liberando las zonas circundantes y tratando la zona afectada con ejercicios de descompresión discal, movilizaciones y FNP (facilitación neuromuscular propioceptiva) . En algunos casos, no hace falta imágenes, basta con observar y analizar al mismo tiempo que «escuchamos» al cuerpo, ya que este nos habla si lo observamos detenidamente y nos puede indicar qué es lo que está fallando. Una vez que la zona parecía más relajada (no es una valoración subjetiva), ya que realicé pruebas específicas, comencé a trabajar movilización pasiva y activa, neurodinamia junto con ejercicios específicos de movilidad y propiocepción.

Y sorpresa!! Poca a poco Rocío fue recuperando parte (mínima) de su capacidad funcional. Ya no cojeaba y podía mantener cierto equilibrio, al menos unos segundo generando algo de estabilidad en el lado más afectado. Además, empezó a desarrollar fuerza y control motor. Estamos aquí, sí… Rocío está en proceso de recuperación. Ha sido un camino que ha llevado tiempo, pero se ha avanzado paso a paso, buscando un trabajo sinérgico en su musculatura, una compensación, capacidad de equilibrio y control en diferentes estructuras, junto con una mayor conciencia corporal para generar la estabilidad que le faltaba. Todo esto se ha complementado con un trabajo de descompresión. Y sí, es real que una hernia puede reabsorberse, y este es el caso de Rocío.

Termino con una gran satisfacción personal al presenciar cómo esta persona levanta una barra por encima de su cabeza, eleva la misma desde el suelo, realiza inversiones, sube una cuerda o incluso sube y baja de un cajón. Ver en ella estas habilidades son realmente increíbles y gratificantes, pero lo que es aún más gratificante es ver cómo ha recuperado su calidad de vida y se ha vuelto autosuficiente para realizar las tareas básicas del día a día.

En mi opinión, la historia de Rocío es un claro ejemplo de cómo la rehabilitación deportiva, con un enfoque integral, puede evitar intervenciones quirúrgicas innecesarias y lograr resultados muy satisfactorios. Su caso es un testimonio valioso de cómo es posible ayudar a esta población a recuperar casi por completo su capacidad funcional después de sufrir lesiones debilitantes en los discos.

En cuanto a las lesiones discales, considero que existe una considerable controversia. La mayoría de estas lesiones, a excepción de los traumas o las lesiones por estrés, ocurren debido a la falta de sinergia en ciertas áreas o estructuras. Cuando esto sucede, nuestro cuerpo compensa para poder seguir realizando las demandas requeridas, pero tarde o temprano esta deuda debe pagarse. En mi opinión, las cadenas musculares son la realidad verdadera, ya que ningún músculo está aislado; más bien, forman parte de compartimentos a lo largo de un sistema fascial mucho más extenso. Tenemos que asimilar la idea de que nuestra musculatura es una red interconectada de tejido conectivo que contiene compartimentos que albergan paquetes de musculatura contráctiles. El concepto de nombrar los músculos es una manifestación de enfoques disectores aislacionistas de épocas pasadas, donde se equiparaba los hallazgos en una mesa de disección con los de un carnicero.

Es cierto que la rehabilitación y recuperación de las lesiones discales presentan desafíos significativos para cualquier profesional. Creo que esto se debe en parte a que muchas personas con estas lesiones, e incluso médicos y fisioterápeutas consideran los discos como estructuras móviles y frágiles, fácilmente lesionables o propensas a la degeneración, lo que resulta en una falta de confianza en los tratamientos conservadores. Como consecuencia, se produce una alta tasa de cirugías innecesarias

Un error común es que las hernias no se curan ni se reabsorben. En realidad, la investigación muestra que alrededor del 66 por ciento se reabsorbe y sana. Incluso si la hernia no se reabsorbe, el dolor normalmente desaparece y la función vuelve a la normalidad. Es por eso que consideramos las hernias de disco como una forma de envejecimiento. Al igual que cuando un disco se vuelve más plano o desarrolla pequeños bultos, esto es similar a desarrollar arrugas a medida que envejecemos. Es simplemente una parte de cómo el disco cambia con el tiempo y no es algo por lo cual debamos preocuparnos. Esta es la razón por la que no se deberían hacer diagnósticos basándose únicamente en una resonancia magnética. También es necesario evaluar la función y los niveles de dolor propios.

Otro concepto erróneo es que nos volvemos más susceptibles a este tipo de lesiones con la edad, pero el dolor de espalda general y la hernia discal se reportan con más frecuencia en personas de 35 a 55 años que en personas mayores. Además, el dolor de espalda generalmente alcanza su punto máximo alrededor de la mediana edad y luego disminuye. Esto puede deberse a los niveles de actividad; las personas más jóvenes tienden a poner más estrés en la espalda. Pero, sin embargo, contradice la idea de que la degeneración conduce al dolor.

Las personas mayores tienen más degeneración, pero reportan menos dolor de espalda. Así que, con la edad, la degeneración aumenta, pero el dolor disminuye, un hecho interesante, pero en gran medida desconocido.

Aquí, algunos consejos básicos:

CONCIENCIA CORPORAL: Presta atención a la cinestesia, es decir, la percepción del movimiento y la posición de tu cuerpo en el espacio. Mantén una alineación biomecánicamente eficiente para minimizar el estrés en las articulaciones y los tejidos conectivos. Esto implica evitar tanto la hiperextensión como la hipoflexión, que pueden crear una carga mecánica no deseada en las estructuras de la columna vertebral.

NÚCLEO: Para garantizar una óptima estabilización del tronco, incorpora ejercicios que fortalezcan la musculatura del ‘core’, que incluye músculos como el recto abdominal, los oblicuos, la musculatura paravertebral, y los músculos de la zona lumbar. Un núcleo fuerte y funcional puede reducir las probabilidades de compresión discal y mejorar la transferencia de energía en movimientos complejos.

MOVILIDAD: Prioriza la movilidad articular y la flexibilidad muscular para reducir las adherencias miofasciales y los acortamientos musculares. La falta de movilidad no solo limita el rango de movimiento sino que también puede alterar la biomecánica de tus movimientos, aumentando el riesgo de lesiones.

MECÁNICA: La higiene postural no es algo que debes considerar solo durante el entrenamiento, sino también en tu vida diaria. Entiende qué músculos están involucrados en los ejercicios que estás realizando y cómo optimizar su activación. Una activación muscular adecuada mejora la eficiencia del movimiento y reduce el riesgo de compensaciones indebidas.

VIDA DIARIA:

En tu rutina diaria, apunta a mantener una postura neutral, especialmente en la zona lumbar, para preservar la integridad de la columna vertebral. Lograrlo es menos complicado de lo que parece y ofrece beneficios que se extienden más allá de tu rendimiento deportivo.

“Las adversidades son oportunidades disfrazadas. Encuentra la fuerza interior para convertirlas en tu ventaja.”

¿Te ha gustado? Compártelo